Arquímedes nos mostró hace años que pequeños esfuerzos pueden conducir a grandes resultados si apalancamos nuestros recursos de una forma adecuada y contamos con un sólido punto de apoyo. A día de hoy, no existe ningún sector de la economía en el cual esta máxima no esté de plena actualidad, con la aparición de un ejército de startups que de forma permanente, tenaz y con muy pocos recursos iniciales están despuntando en los mercados. Pero muchos se preguntan qué es lo que ha pasado en los últimos años para que esta creciente corriente adquiera semejante fuerza.
Partiendo de la premisa de que la base de todos estos cambios es la innovación tecnológica, observamos que existen una serie de palancas que, de forma conjunta y perfectamente orquestadas, explican en gran medida el éxito de algunas de estas jóvenes compañías.
En primer lugar, las mejoras en un punto muy concreto de la cadena de valor con un alto impacto. Como hemos podido observar en distintos sectores, las startups se centran en resolver un problema muy concreto y focalizado de la cadena de valor de una industria, que puede cambiar por completo la dinámica del sector. Un ejemplo sería el proceso de reservar un restaurante, pedir un taxi o comprar un viaje, en los que el éxito de algunas empresas ha estado basado “simplemente” en mejorar la manera en la que el usuario accede, descubre y/o paga por estos servicios. El servicio o producto final no varía pero llegamos a él de otra manera, si bien tanto comprador como vendedor obtienen un valor adicional relevante que antes no obtenían.
Por otro lado, el uso de metodologías Lean, basadas en el lanzamiento de productos o servicios al mercado de la forma más veloz posible con el objetivo de obtener respuestas rápidas de los potenciales usuarios que permitan sacar al mercado nuevas versiones mejoradas en el menor tiempo posible, para lo cual se monitoriza de forma exhaustiva todas y cada una de las métricas asociadas al mismo. En el ADN de toda startup se encuentra el “prueba, mide, mejora”, y cuando encuentra el punto óptimo se expande a la mayor velocidad posible.
Además, las startups parten de unos costes de lanzamiento muy ajustados. Hasta hace unos pocos años, una startup debía realizar fuertes inversiones en equipos, software y horas de desarrollo. Actualmente, se puede testar en el mercado una nueva idea de negocio a una fracción del coste de hace unos años. Estamos en una sociedad colaborativa en la cual se impone el pago por el uso de capacidad utilizada, reduciéndose exponencialmente la inversión en capacidad y activos ociosos. Podríamos decir que equivocarse entra en el rango de opciones de un número cada vez más elevado de actores.
Otra palanca clave es que cuentan con importantes recursos financieros. La inversión en startups se concentra mayoritariamente en el mercado americano, donde en 2014 se realizaron inversiones en Venture Capital por importe de más de 50.000 millones de dólares, con una clara tendencia al alza a lo largo de 2015, (30.000 millones de dólares en el primer semestre), con un incremento del 27%.
Por último, las startups cuentan con equipos con pasión, talento y capacidad de ejecución. Los emprendedores de mayor éxito se caracterizan por querer resolver problemas cotidianos del mercado, con el objetivo de hacer de este mundo algo mejor. Quieren cambiar las reglas de juego y cuentan con los recursos, el talento, la pasión y la capacidad para que ello suceda.
Hoy en día las startups son un elemento esencial a tener muy en cuenta por parte de las grandes y pequeñas compañías. Son una nueva fuerza en el mercado que, a pesar de su pequeño tamaño inicial, son capaces de mover el mundo a una velocidad que muchas corporaciones no se pueden permitir, por lo que es necesario aproximarse a ellas, conocerlas y buscar la mejor manera de trabajar codo con codo. Cuentan con la tecnología como base y disponen de muchas palancas de apoyo. Gran parte de este nuevo mundo ya se mueve al ritmo que marcan las startups.
Autor: Guillermo Ramos, director en Deal Advisory especializado en asesoramiento a Startups de KPMG en España
Fuente: Expansión. Publicado el 8 de octubre de 2015
Discrepo en la disponibilidad de amplios recursos financieros. Precisamente la carencia de dichos recursos les permite ser más agresivos y retar los sistemas establecidos incluyendo las barreras legales como fue el caso de Napster o Piratebay que no tenían activos contra los reclamar pérdidas o daños ocasionados por su servicio (liability).