La demanda de información sobre sostenibilidad sigue aumentando en un momento en el que los modelos de negocio están cada vez más expuestos a cuestiones sociales y medioambientales, y a una nueva normativa en materia de cambio climático. Los inversores necesitan información de calidad contrastada que les permita valorar cómo gestionan las empresas estas cuestiones y el impacto que van a causar en las perspectivas societarias a largo plazo. Aunque existen diversos marcos y normas en materia de sostenibilidad, los inversores están demandando ahora una convergencia y un marco único que aporte también la necesaria comparabilidad.
La Fundación IFRS ha cogido el guante a esta petición y ha abierto una consulta, hasta el 31 de diciembre de 2020, sobre la necesidad de configurar un conjunto global de normas de sostenibilidad reconocidas internacionalmente. Además, está evaluando el apoyo a su función en la creación de dichas normas. Con su legitimidad, estructura de buen gobierno y alcance global, junto con la claridad que ha aportado a las normas de presentación de información financiera, la Fundación IFRS está bien posicionada para tomar las riendas del futuro de la presentación de informes de sostenibilidad.
La actual pandemia de la COVID-19 ha potenciado la necesidad de que las empresas sean transparentes cuando informan sobre las incertidumbres a las que se enfrentan. Y no sólo es esta la información que los inversores buscan; también reclaman métricas y desgloses sobre los efectos de los problemas de sostenibilidad (o medioambientales, sociales y de buen gobierno [ESG]) en los resultados presentes y futuros de la empresa.
En un momento en el que las empresas son más conscientes de la necesidad de abordar las cuestiones de ESG, y la mayor demanda en este sentido de las partes interesadas, parece existir una necesidad de la existencia de un conjunto global de normas reconocidas internacionalmente que estén a la altura.
El interés por los informes de sostenibilidad ha estado aumentando en muchas jurisdicciones, y se han creado numerosos marcos, normas e índices de referencia para atender esta demanda emergente. No obstante, esto también ha generado un mosaico de requisitos en los reportes que debe racionalizarse.
Esta necesidad es ampliamente reconocida, y en una reciente declaración conjunta, cinco organismos globales que participan en la elaboración de normas de presentación de los reportes han pedido una mayor cooperación y expresaron su disposición a trabajar con la Fundación IFRS y otras entidades para establecer un sistema exhaustivo de presentación de los reportes.
Ya hay en el mercado otras iniciativas en las que se están trabajando; por ejemplo, un grupo de trabajo dirigido por el Consejo Internacional de Negocios del Foro Económico Mundial, ya ha publicado un documento con una propuesta de métricas y desgloses de información en materia de ESG. Además de proponer métricas, este informe demanda una solución sistémica; es decir, «un conjunto generalmente aceptado de normas internacionales de contabilidad para consideraciones materiales de ESG y de valor a largo plazo».
No obstante, la respuesta de la Fundación IFRS es más amplia, y abre la puerta a la convergencia global, lo que promete mayor coherencia y transparencia para los informes de sostenibilidad.
Algunos podrían considerar que la presentación de información financiera tiene poco en común con los informes de ESG o de sostenibilidad. Pero lo tienen y cada vez más. De hecho, las normas NIIF ya exigen que las empresas tengan en cuenta riesgos climáticos o de ESG, y que apliquen el juicio profesional sobre la revelación de información de estas cuestiones en sus estados financieros. El enfoque centrado en el inversor de la materialidad en las NIIF implica que dichos juicios de valor deben tener en cuenta las consecuencias a largo plazo de estas cuestiones. La Fundación IFRS ya es consciente de que los inversores necesitan información de otro tipo, no financiera, para enlazar con los estados financieros. La información sobre sostenibilidad es, en apariencia, un elemento natural de su misión.
Así pues, la Fundación IFRS tiene intención de crear un nuevo Consejo de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (Sustainability Standards Board) con una estructura institucional y de buen gobierno similar a la de su organismo normativo de información financiera, el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, en sus siglas en inglés). De manera similar al Consejo, el nuevo SSB podría promover el establecimiento de un marco para los informes de sostenibilidad y ofrecer claridad en áreas clave; por ejemplo, informes de materialidad. A su vez, esto podría respaldar en mayor medida las garantías respecto de la información de sostenibilidad. En definitiva, avanzar en un marco de normas integradas que den respuesta a las necesidades y necesidades de las empresas, inversos y otros grupos de interés.
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