RESPUESTA. Tenemos un reto importante tras superar lo más duro de la pandemia: recuperar la conectividad y hacerlo cumpliendo con los compromisos adquiridos en materia de protección del entorno. ¿Cómo? Por un lado, en Aena, hemos actualizado nuestros objetivos contra el Cambio Climático con el lanzamiento de un Plan de Acción Climática más ambicioso y que, bajo el título “Rumbo cero emisiones”, nos ha convertido en la primera empresa española y una de las primeras cotizadas del mundo en votar estos compromisos en la Junta de Accionistas. Esta estrategia incluye el llamado Plan Fotovoltaico de Aena, que autoabastecerá de energía renovable a toda la red de aeropuertos gracias a plantas solares instaladas en los terrenos colindantes a nuestras infraestructuras. Y, por otro lado, trabajamos de forma colaborativa para definir actuaciones concretas que reduzcan las emisiones generadas en las operaciones aeroportuarias por todos los agentes implicados. Nos hemos sumergido en una fase de reinvención tecnológica con el uso de hidrógeno, aeronaves propulsadas por energía eléctrica o el uso de biocombustibles avanzados, etc.

En Aena gestionamos el presente mirando al futuro, guiados por el concepto tecnológico “Aeropuerto 4.0”, que aúna la transformación digital y la integración de plataformas inteligentes para que la gran fuente de datos de la que disponemos nos permita reaccionar en tiempo real sobre cuestiones operativas y relacionadas con la seguridad y la experiencia del pasajero. La Innovación es un motor estratégico por una sencilla razón: debemos innovar para ganar eficiencia y capacidad, generar nuevos ingresos, ofrecer mejores servicios y minimizar la huella ambiental.

Aena es una compañía clave en los territorios a los que da servicio, pues garantiza la cohesión territorial y, por tanto, económica y social de sus habitantes, y el impacto de su actividad es de grandes dimensiones. Hay provincias y municipios donde su aeropuerto es, a mucha distancia del resto, el mayor generador de empleo y de ingresos para las arcas públicas, tanto por la contribución directa en forma, por ejemplo, del pago del IBI, como por la creación de riqueza indirecta. Por eso, la relación de Aena con el territorio es un pilar fundamental de la gestión de los aeropuertos. Cada territorio tiene su propia idiosincrasia, sus propias necesidades, y la comunicación es la herramienta que permite identificarlas y satisfacerlas en constante colaboración con las autoridades locales, por lo que los canales de información corporativa deben ir siempre a más, tanto en cantidad como en calidad.

En la actualidad, todas las empresas nos movemos en entornos volátiles y complejos, en los que los gestores de equipos han de ser capaces de afrontar cambios constantes, trabajar de manera colaborativa, aprender de los errores y aportar un estilo de comunicación claro y cercano. Estos perfiles deben caracterizarse por su resistencia y por la mejora continua. La comunicación cobra una especial relevancia en este liderazgo accesible, transparente y cercano, en el que priman cualidades como la empatía, la escucha activa y la flexibilidad, para adaptarse a esos cambios y conseguir motivar a los equipos. En este nuevo entorno de comunicación, la tecnología es también un factor clave.

Como comentaba en una pregunta anterior, el papel de Aena en los territorios en los que presta servicio es tan crucial para sus habitantes que el trabajo conjunto entre gobiernos, empresas y sociedad es nuestro día a día. Disponer de canales de comunicación siempre abiertos para escucharse, mirar al futuro afrontando retos clave como la sostenibilidad medioambiental, pero también económica y social, es fundamental para garantizar que los pilares del progreso sean sólidos. Aena trabaja con múltiples organismos y compañías, como administradores locales, aerolíneas, fabricantes de aviones y productores de combustible, con organizaciones de la sociedad civil… en muy diversos ámbitos como el desarrollo de tecnologías más limpias para el transporte aéreo, el fomento de la igualdad en las disciplinas STEM, el apoyo a la conservación del medioambiente local o el desarrollo de rutas aéreas.