Desde que comenzó su trayectoria en el concesionario de automóviles familiar, la ambición de Wayne Griffiths siempre ha sido la de alcanzar el siguiente nivel. Y es así como el directivo afronta un futuro que concibe eléctrico y para el que será imprescindible sumar esfuerzos y acelerar la transformación industrial hacia la sostenibilidad. La flexibilidad y la convivencia entre las distintas tecnologías también son ejes indispensables de la próxima década, siempre con el objetivo de adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. Todo ello sin dejar de lado el talento, que en su opinión deberá poner el foco en la formación continua y la población más joven.
RESPUESTA. Está siendo una transformación sin precedentes con una meta clara, y es que el futuro de la industria es eléctrico, no hay plan B. Desde SEAT S.A. tenemos el objetivo de impulsar un ecosistema del vehículo eléctrico que acelere la transformación industrial de España, porque ahora mismo nuestro país está a la cola de Europa, una situación que no nos podemos permitir.
Para finales de este año necesitamos 2,5 veces más vehículos eléctricos y tres veces más puntos de recarga que en 2020. Hay que acelerar ya porque un país donde no se venden coches eléctricos tampoco es atractivo para producirlos y solo creando una demanda sostenible podremos abordar la producción y la posible instalación de una fábrica de baterías en España.
Las diferentes tecnologías convivirán y los servicios serán más flexibles. Ya está sucediendo en las grandes ciudades, donde las nuevas soluciones de movilidad conviven con las tradicionales.
Para mantener competitivo el sector de automoción en España es necesario una apuesta por la movilidad sostenible. Necesitamos descarbonizar el parque automovilístico y digitalizar el transporte. Contamos con empresas punteras y proveedores que ofrecen soluciones innovadoras y dan respuesta a las necesidades del sector. Debemos aunar fuerzas, detectar sinergias y fortalezas, y juntos aprovechar el potencial de nuestro sector. Solo así podremos seguir siendo competitivos y conseguir una movilidad conectada y electrificada.
El sector de automoción afronta un proceso de transformación industrial que también implica una transformación humana. España debe aportar un valor añadido y la fabricación del coche eléctrico supone una nueva oportunidad laboral. Hay que apostar por capacitar el talento interno y también crear puestos de trabajo cualificados para jóvenes, es fundamental que estén preparados.
La formación continua es clave para mantener la competitividad de un sector responsable del 10% del PIB nacional. El reto del futuro será, además, formar a distintas generaciones que conviven en las empresas para que puedan asumir profesiones nuevas y que aporten valor real al mundo laboral.
El futuro del sector no pasa solo por la venta de vehículos, sino también por aprovechar las nuevas tecnologías alrededor del automóvil para lograr modelos de movilidad acordes con las necesidades de los usuarios. Por eso, la innovación debe ser la herramienta central.
Es necesario contar con los mejores profesionales para digitalizar procesos y lograr nuevos modelos de negocio en torno a la movilidad, la conectividad y la digitalización. En esta nueva economía se debe compartir y ser más generoso. Nosotros sabemos de coches y existen empresas tecnológicas muy potentes. ¿Por qué no trabajar juntos? Impulsando la innovación, involucrando a distintos actores y cooperando entre Administraciones, empresas y mundo universitario.
Nuestra ambición es convertir a España en un hub de movilidad eléctrica en Europa a través de Future Fast Forward, un proyecto con el cual queremos impulsar un ecosistema del vehículo eléctrico que acelere la transformación industrial del país y con una repercusión directa en la economía y en el empleo.
Estamos dando pasos en esta dirección y la fábrica de SEAT S.A. en Martorell podría transformarse en una fábrica de vehículos totalmente eléctricos. Además, el Grupo Volkswagen anunció que España podría ser la tercera ubicación para una de sus seis gigafábricas de baterías en Europa, lo que permitiría seguridad de suministro para nuestra producción. En definitiva, ha llegado la hora del partido y España no puede conformarse con jugarlo. Tenemos que salir a ganar, con la convicción de liderar la movilidad eléctrica.
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