Que el trabajo conjunto es mayor que la suma de sus partes es una premisa que nos acompaña desde hace tiempo. En los 50 años de historia de KPMG en España hemos podido comprobarlo día tras día, afrontando juntos cada nuevo proyecto, sumando nuestro conocimiento y experiencia siempre con el objetivo de aportar confianza e impulsar el cambio en las empresas y en la sociedad. Y en los que, como no podía ser de otra forma, hemos puesto el foco en anticiparnos a las necesidades de nuestros clientes, desarrollando prácticas y soluciones integrales que hoy son referencia en el mercado.
Es precisamente este espíritu de colaboración el que nos ha llevado a crear este espacio de reflexión, estas ’50 miradas hacia el futuro’ con las que hemos pretendido abordar junto a los principales líderes institucionales y empresariales del país las palancas con las que impulsar un tejido empresarial más resiliente y competitivo y, sobre todo, más digital y sostenible.
Sin duda, la lectura de estas entrevistas nos ha permitido extraer conclusiones sobre las tendencias que guiarán la estrategia empresarial a medio y largo plazo. Hemos podido comprobar cómo cada uno de los líderes que hemos entrevistado coincide con nuestra visión de que la mejor estrategia para afrontar la incertidumbre es guiarse por el propósito, la integridad y los valores. En los momentos más críticos es cuando estos atributos dan sentido a las decisiones y permiten a las organizaciones mantenerse unidas en torno a un mismo objetivo.
Pese a que los líderes institucionales y empresariales han dibujado un futuro transformador y lleno de oportunidades, se han mostrado muy conscientes de que nos encontramos en un momento decisivo. Su optimismo se asienta sobre la firme convicción de que es preciso afrontar de manera inmediata la transformación de nuestro tejido productivo, con el fin de garantizar un crecimiento sostenido del que se beneficien todos los ciudadanos.
Es en este punto donde cobran especial relevancia la formación y capacitación de todas las personas, especialmente los jóvenes, con el objetivo de que nadie se quede atrás en este periodo de transformación. Desde estas miradas se pone de manifiesto el compromiso de las compañías y las principales instituciones para acometer junto a la comunidad educativa y las administraciones este importante reto. Hemos de ser conscientes de que las decisiones que adoptemos hoy influirán en las generaciones venideras.
Y es que el éxito de este proceso transformador solo será posible si en el centro de las agendas corporativas e institucionales se sitúa a las personas. En primer lugar, porque ellas son las que motivan el cambio a través de sus nuevos hábitos de consumo, de su creciente concienciación sobre los efectos del cambio climático o de la vigilancia que ejercen sobre la actividad de las empresas y su impacto en el entorno, que ha convertido el buen gobierno en un factor clave para la competitividad de las organizaciones.
En segundo lugar, porque son sus conocimientos y capacidades los que van a posibilitar estas transformaciones en una era en la que el talento se ha convertido en el principal valor diferencial entre las compañías. Y, por último, porque este proceso transformador debe conducir a una sociedad más igualitaria e inclusiva, que ofrezca oportunidades a todos. Así sucede en KPMG, donde cada uno de nuestros profesionales y su conocimiento y experiencia son el activo más valioso. Cada año, numerosos jóvenes se suman a nuestro propósito con el objetivo de ayudar a nuestros clientes a superar sus retos y aprovechar las oportunidades del entorno: sin duda, el mejor aprendizaje y el más satisfactorio.
Situar a las personas en el centro también supone apostar de forma decidida por la reducción de la huella de carbono y la transición energética, por contribuir a la lucha conjunta contra el cambio climático. También unir la digitalización e innovación con la seguridad: realidades como, por ejemplo, la Inteligencia Artificial y el análisis de datos deben avanzar de la mano de la ética.
Sin duda, la construcción de esta economía más verde, digital, inclusiva y humana requiere de un diálogo continuo y enriquecedor entre empresas, que hemos tratado de fomentar en este proyecto. Estamos convencidos de que compartir expectativas, experiencias y reflexiones facilitará que los retos que tenemos ante nosotros se conviertan en oportunidades de crecimiento.
Me gustaría finalizar estas ’50 miradas hacia el futuro’ dándoles las gracias a los 50 líderes empresariales e institucionales que han participado en esta iniciativa con motivo del 50 aniversario de KPMG en España. Ha sido un honor y un placer contar con su visión en el momento histórico en el que nos encontramos y en el que esperamos que sea el inicio de una etapa de innovación, empleo y prosperidad para todos.
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