Al socializar, es habitual que nos pregunten a qué nos dedicamos. Es curioso que esta cuestión, aparentemente inocua, entrañe un notable esfuerzo para los profesionales entregados al Compliance. Dada la dificultad de responder a esta pregunta, incluso cuando viene formulada por personas introducidas en la materia, se precisan esfuerzos y habilidades fuera de lo común para aventurar una respuesta dentro de una conversación banal. Sabremos que Compliance ha alcanzado la mayoría de edad cuando no sea preciso explicar qué es. Pero todo es cuestión de tiempo. Hace apenas una década, decir que un profesional “desarrollaba apps” exigía muchas explicaciones, mientras que ahora es una profesión que la mayoría de niños conocen perfectamente.
La dificultad de resumir qué es Compliance radica en que aúna materias procedentes de campos del conocimiento que nunca antes se conjugaron con tal intensidad, provenientes del ámbito del Derecho, del control interno o de la psicología social. Por eso, no encaja en definiciones pre-existentes y, recurrir a ellas, provoca malos entendidos. Esta complejidad favorece la proliferación de visiones dispares sobre los cometidos del Compliance Officer, y que algunas funciones preexistentes en la empresa perciban la irrupción del Compliance como una invasión de competencias. En no pocas organizaciones, el rechazo a la función de Compliance procede de su incomprensión.
Afortunadamente, las competencias de Compliance vienen siendo perfiladas desde hace tiempo gracias a normas que las abordan desde una vertiente tanto general (por ejemplo, el estándar ISO 19600 sobre Compliance en general como específica (por ejemplo, el estándar ISO 37001 para el Compliance contra el soborno. En el año 2016 se constituyó en Madrid un grupo de trabajo dentro de la Asociación Española de Compliance (ASCOM) para compilar, en un documento práctico y sumario, los trazos esenciales de la función de Compliance, según vienen reconocidos en los estándares nacionales e internacionales más importantes sobre esta materia. Se trata del primer Libro Blanco sobre la función de Compliance , cuyo objeto no es disertar sobre el particular, sino plasmar las actividades propias de Compliance, según el sentir generalmente aceptado y documentado. Es, por lo tanto, un documento relevante para conocer las expectativas normalmente depositadas en la función de Compliance y sus responsables. El Libro Blanco se divide en seis apartados (estructuras de Compliance, autonomía, independencia, cometidos esenciales, monitorización y responsabilidades), incluyendo un Anexo con la extensa relación de los estándares y textos nacionales e internacionales en los que se basa. Puesto que se ha querido promover un consenso social destacado acerca de los trazos esenciales de la función de Compliance, se facilitó un borrador de Libro Blanco a instituciones españolas relevantes, promoviendo así eventuales mejoras al mismo. El documento será de libre acceso en breve, para todos los que tengan interés en él.
Seguramente este texto contribuirá a mejorar el conocimiento sobre Compliance y será de ayuda no solo a empresas, sino, principalmente, a los Compliance Officers. Una figura llamada a desempeñar un rol clave en la forma de hacer negocios del siglo XXI merece ser conocida y comprendida por la Sociedad. Para contribuir a este objetivo, publicaré mensualmente en este Blog la Serie de videos Compliance Basics, donde se tratan aspectos esenciales de Compliance a través de 12 Capítulos de corta duración. El primero aborda, precisamente, la pregunta más difícil para un Compliance Officer: ¿Qué es Compliance?
Tal vez todo ello contribuya a que, en algunos años, no sea tan difícil como ahora explicar qué es Compliance a cualquier persona que nos lo pregunte alegremente, tomando un café.
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