Encontrar el perfil idóneo dentro de una organización para desarrollar las funciones de compliance se convierte a veces en una tarea compleja. Diferentes posiciones, vinculadas normalmente a las áreas de asesoría jurídica, auditoría o control interno, suelen considerarse las más idóneas para asumir total o parcialmente estos cometidos, aunque también forman parte de órganos colegiados de compliance perfiles vinculados con los ámbitos de recursos humanos o finanzas.
Cuál debe ser la configuración del órgano de Compliance y qué perfiles o cargos dentro de la propia organización deberían desempeñar estas funciones es una cuestión sobre la que muy pocos documentos internacionales se han pronunciado. Uno de ellos corresponde a la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Salud de Estados Unidos, que tiene por objeto, entre otros, la promoción de la adopción voluntaria de modelos de compliance por parte de las organizaciones que operan en el ámbito de la salud. Desde 1998, ha publicado diversas guías y directrices en materia de compliance para diferentes especialidades del sector sanitario, como, entre otros, hospitales, laboratorios clínicos o el sector farmacéutico.
En estas Guías para los modelos de compliance, la OIG, además de pronunciarse sobre los elementos que deberían conformar un modelo de compliance, considera las posibles incompatibilidades de la función de compliance con otros roles dentro de la organización.
En concreto, este organismo ha subrayado que la independencia y la objetividad de los análisis legales y financieros de las actividades de la organización mejoran a través de un sistema de separación de poderes y funciones. Esto abarcaría separar la función de compliance de los puestos directivos clave, incluido el responsable de asesoría jurídica interna, permitiendo el reporte directo del compliance officer a los órganos de administración y de gobierno, para evitar cualquier tipo de conflicto de interés o que su opinión se vea mediatizada.
Según el criterio que publicó la OIG, el compliance officer y el área de asesoría jurídica tendrían roles distintos, eventualmente complementarios entre sí. Aunque el compliance officer suele ser una persona con conocimientos legales, sus labores no deberían confundirse o equiparase con las que viene desempeñando la asesoría jurídica interna.
En el siguiente video de esta serie analizo las principales directrices de la OIG en cuanto a modelos de compliance en el sector de la salud.
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