Si hace un año las perspectivas económicas apuntaban a la recuperación y el crecimiento, hoy el sector bancario afronta un escenario mucho más complejo. El conflicto en Ucrania ha dibujado un nuevo contexto geopolítico y económico, agravando algunas de las disfunciones que ya empezaban a vislumbrarse a finales de 2021. Pero, ante el giro del entorno macroeconómico, en el que la elevada tasa de inflación ha llevado a un nuevo entorno de tipos de interés, el sector se muestra optimista. Por un lado, por su propia fortaleza para encarar retos y, por otro, por su compromiso para continuar siendo parte de la solución.
“Hoy contamos con un sector financiero más robusto, saneado y solvente, llamado a desempeñar un papel decisivo a la hora de superar los retos inmediatos que enfrentamos como economía y sociedad”, afirmó Juanjo Cano, presidente de KPMG en España, en la inauguración del XIII Encuentro Financiero organizado por Expansión y KPMG. Un encuentro en el que se hizo balance de los retos más inmediatos que afronta la banca, sin olvidar las grandes apuestas que deben seguir haciendo a largo plazo y, sobre todo, donde se transmitió un mensaje contundente: que el sector tiene la clara misión de contribuir y ayudar al progreso económico del país.
Repasando los grandes hitos de un año cuanto menos convulso, durante la jornada se recordaron las graves consecuencias económicas provocadas por el estallido de la guerra en Ucrania. Y es que, aunque el impacto en los bancos europeos haya sido limitado, esta desencadenó una espiral inflacionista que aumenta “más rápidamente y de manera más permanente de lo que se esperaba hace un año”, tal y como subrayó José Manuel Campa, presidente de la European Banking Authority (EBA).
Para paliar este aumento de la inflación, el Banco Central Europeo puso fin a su política de estímulos con las primeras subidas de tipos de interés. En el caso del BCE, hasta el 2%, su nivel más alto desde 2008. Unas subidas que se seguirán produciendo, como vaticinó Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. “Aún no se ha puesto punto y final a la subida de tipos: estas medidas no están siendo suficientes para conseguir estabilizar la inflación en el 2% a medio y largo plazo”, señaló.
Todo ello bajo unas perspectivas de crecimiento económico que, si bien son de las más positivas dentro de la Unión Europea y mantienen a España alejada de la recesión, no superan el 1,2% para 2023, según las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien rebajó sus previsiones para el año que comenzará en algo menos de un mes.
Ante este escenario incierto y extremadamente volátil, “el sector reclama que las decisiones regulatorias y fiscales que se adopten no solo no comprometan los resultados de las entidades, sino que las impulsen para ser parte activa de la solución”, recalcó Juanjo Cano. En este sentido, los primeros ejecutivos de los grandes bancos españoles asistentes al encuentro aseguraron de manera rotunda y unánime que lo cumplirían una vez aprobado, pues el objetivo común de sumar esfuerzos para paliar los efectos de la guerra en Ucrania es un bien mayor al que, no hay duda, se sumarán. Pero citaron algunos motivos por los que consideran que este impuesto podría no tener un impacto positivo en la economía española:
Al hilo de estos pronunciamientos, María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter, fue un paso más allá al asegurar la importancia de recurrirlo ante los tribunales porque “hay que luchar por un sistema tributario que sea sólido y justo”. En respuesta a estas severas críticas de los máximos representantes del sistema financiero español, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha lamentado este tipo de declaraciones en la segunda jornada del encuentro, ya que, ha dicho, “es el momento de arrimar el hombro” y de que el sector bancario se muestre como un elemento de estabilidad y de prosperidad para el país, trasladando su apoyo al conjunto de la ciudadanía para ayudar a financiar todas las medidas necesarias para mitigar el impacto de la guerra en Ucrania.
Otro de los temas protagonistas de la jornada fue el protocolo de ayudas para el pago de hipotecas impulsado por el Gobierno y que beneficiará a un millón de personas, y ante el que Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) justificó que “hoy tenemos un problema de liquidez en las familias, que están viendo cómo aumentan los costes de sus partidas de gasto más básicas”. “Con estas medidas aplanamos el impacto de los tipos de interés en sus cuotas hipotecarias”, subrayó.
El acuerdo para apoyar a los colectivos vulnerables en este ámbito, aunque “nos va a suponer un coste importante en nuestras previsiones, está por encima nuestra prioridad de apoyar a nuestros clientes, sobre todo, a los más desfavorecidos”, aseguró Antonio Simões, responsable regional de Europa y consejero delegado de Santander España. Una máxima que compartieron todos los primeros ejecutivos presentes.
Y es que el aumento del Euríbor, el índice sobre el que se calculan las hipotecas a tipo variable, que ya roza el 3%, unido a esa escasez de liquidez de las familias, supone una dificultad añadida para hacer frente a sus gastos. Sin embargo, y en contra de lo que podía preverse, “seguimos sin ver datos estadísticos de cambios de patrones, con una morosidad bajísima, cerrando el año en el 3,6. Lo que más sorprende no es solo que no haya subido, sino que haya bajado”, apuntó Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank. Consecuencia, posiblemente, de que el mercado de trabajo no se esté viendo afectado de momento.
Pero en el encuentro también hubo tiempo para mirar al futuro, que, sin duda, se continúa vislumbrando más digital y sostenible. En este sentido, Francisco Uría, socio responsable Global de Banca de KPMG, destacó que, durante la última Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, la COP 27 celebrada en Egipto, se puso de manifiesto cómo la financiación de la transición climática es una de las cuestiones clave de nuestro tiempo, por lo que “los bancos deben seguir apostando e invirtiendo en ello porque están llamados a ser parte importante de la solución”.
Y la tecnología tiene en esta misión una parte muy relevante. Alberto Granados, presidente de Microsoft España, destacó cómo, gracias a pasar de un modelo on-premise a soluciones en la nube, se produce un 93% de mejora en la eficiencia energética. Y es que en los últimos años las entidades se han convertido en compañías digitales que ofrecen servicios financieros y, según señaló Granados, pasarán a ser empresas de inteligencia artificial, con experiencias digitales personalizadas para clientes y empleados y más comprometidas con la flexibilidad y la seguridad.
Para Álvaro Casado, responsable de activos digitales y Blockchain de KPMG en España, en el futuro las entidades financieras operarán parte de su negocio a través del uso de “digital assets”. Así lo aseguró durante la primera jornada del Encuentro Financiero, donde hizo hincapié en el crecimiento exponencial que está experimentando el uso de la tecnología blockchain para transformar los productos y servicios financieros, así como en la necesidad de las entidades de “definir su estrategia y posicionamiento ante esta nueva realidad”.
Alicia Pertusa, responsable de Estrategia y Blockchain de BBVA aterrizó cuáles son las diferentes categorías dentro del paraguas de los activos digitales: criptoactivos, monedas estables o ‘stable coins’, activos tradicionales tokenizados y la identidad digital. Esta última incluye nuevos atributos a los tradicionalmente asociados a la identidad. “El objetivo es que sea el usuario quien esté en posesión de sus atributos digitales y sea él quien les dé uso a las plataformas y no al revés”, apuntó. Todas ellas tienen una capa de blockchain que mejora los procesos, los hace más eficientes, transparentes y permite ahorrar costes. “Esta tecnología es más robusta y permite mejorar la privacidad y la escalabilidad: se pueden llegar a efectuar 1.500 operaciones por segundo en redes más rápidas”, señaló Coty de Monteverde, directora de Crypto & Blockchain de Banco Santander.
Sin embargo, Alicia Pertusa destacó que “seguimos en un proceso de aprendizaje, con una tecnología que está en fase temprana y, en consecuencia, tenemos que estar muy pendientes de los riesgos que surgen y crear un espacio de colaboración entre todos los actores implicados para evolucionar más rápido y mejor”. En este sentido, ¿está la regulación respondiendo con la misma celeridad a la que se están sucediendo los avances en este sentido? Ignacio Redondo, director ejecutivo Asesoría Jurídica de CaixaBanK, comentó que la regulación Mica, que tiene como objetivo regular a quienes pueden emitir determinados criptoactivos, así como a los que tienen ya criptoactivos emitidos, “llega muy tarde, ya que cuando finalmente se apruebe, será 2024 cuando sea de aplicación para un mercado que lleva años operando”.
En definitiva, el sector bancario afronta un futuro cambiante con grandes retos en el corto plazo y grandes transformaciones en las que seguir trabajando con un músculo fortalecido en los últimos años. Un sector saneado que mira unido y optimista al futuro con un propósito común: seguir trabajando para impulsar una economía más fuerte y próspera.
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