Desde la perspectiva de las relaciones humanas, los regalos se han mostrado como una manera de generar una mayor conexión interpersonal. En muchas ocasiones, ayudan a fortalecer nuestro vínculo, mostrar afecto, gratitud o hacer sentir especial a otra persona.
Generar confianza emocional es también importante en el mundo de los negocios. Por ello, en ocasiones los regalos e invitaciones a actividades de entretenimiento pueden utilizarse para favorecer un entorno de cordialidad y de aproximación a algunas personas u organizaciones con las que se pretenden iniciar o mantener lazos comerciales. Estas prácticas suelen encajar en usos socialmente admitidos, como ocurre en algunos países con los obsequios de Navidad. Este es el motivo por el que no están necesariamente proscritas en la mayoría de los estándares internacionales, incluyendo la Norma ISO 37001:2016 sobre Sistemas de gestión antisoborno.
No obstante, este tipo de conductas pueden generar la obligación de corresponder de alguna manera, de devolver la atención, lo que en el mundo de los negocios incrementa el riesgo de que el regalo sea percibido como un posible soborno. Por este motivo, conviene regular internamente tales actividades y supervisar tanto su legitimidad como razonabilidad.
En el siguiente video de esta Serie analizo cuándo los regalos y las invitaciones a actividades de entretenimiento pueden cuestionarse por parecer que encubren prácticas corruptas, así como algunas cautelas para evitar tales situaciones.
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