En estos tiempos de intensa actividad política y electoral, es frecuente que las personas quieran contribuir y ayudar a formaciones políticas afines a sus ideas, como una muestra más de su compromiso con la sociedad.
No obstante, la financiación de los partidos políticos suele ser una cuestión con tratamiento desigual según países, normalmente condicionada según provengan de empresas u organizaciones. Y es que estas iniciativas aparentemente altruistas puedan ocultar actos de corrupción, orientados a obtener algún tipo de ventaja cuando dichos partidos estén en el poder y en las administraciones públicas. Es por ello, que en algunos países como en España, están prohibidos -desde el año 2015-, constituyendo incluso un delito que puede generar responsabilidad penal para las personas jurídicas. En otros países, como Estados Unidos, están permitidos, siempre que se cumplan ciertos requisitos de transparencia.
Del mismo modo, las donaciones a entidades sin ánimo de lucro pero vinculadas de algún modo a partidos políticos, funcionarios o personas del ámbito privado, también pueden entrañar riesgos de esta naturaleza.
En el siguiente video de esta Serie analizo cuándo las donaciones a entidades sin ánimo de lucro pueden cuestionarse por parecer que encubren ciertas prácticas corruptas, así como algunas cautelas para evitar tales situaciones.
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