Promover la diversidad en las cadenas de provisionamiento se está convirtiendo en una tendencia al alza entre las corporaciones. Esta realidad no solo se está viendo impulsada por la mayor presión regulatoria, sino que también es fruto de una creciente concienciación social y de la mayor demanda por parte de los distintos stakeholders. Todo ello sumado a la necesidad de fomentar la resiliencia y agilidad de las cadenas de suministro frente a posibles disrupciones, está confiriendo una mayor relevancia a la necesidad de integrar valores como la diversidad, la inclusión y la equidad en los equipos, proveedores y organizaciones en su conjunto.
Pese a que la creación e integración de un programa de diversidad de proveedores en la cadena de suministro implica cierta dificultad (especialmente en el corto plazo), también ofrece la oportunidad de robustecer el negocio en clave sostenible. Así, las ventajas que supone están siendo aprovechadas por las organizaciones a nivel internacional, incluyendo España. Tal y como subraya Alejandro Zafra, director de Corporate Services Transformation de KPMG en España, “en el caso de las empresas españolas, si bien no observamos el mismo nivel de madurez que en otros países, sí detectamos esta misma tendencia donde las grandes organizaciones están implementando sus programas de diversidad de manera global”.
Anticiparse a esta tendencia, por tanto, entraña claros beneficios, también en el ámbito de la gestión de riesgos. Para Pedro Gascón, senior manager de Corporate Services Transformation de KPMG en España, “aquellas organizaciones que han actualizado sus estrategias para priorizar o incorporar los pilares ESG son las primeras en desarrollar políticas de contratación inclusivas, trabajando con una gama más amplia de proveedores para aumentar la diversidad y mitigar así los riesgos”. A este respecto, la digitalización está facilitando a las empresas implementar procedimientos ágiles de compra que incluyen nuevos criterios, como son la diversidad e inclusión, el compromiso medioambiental o las políticas de buen gobierno.
“Los beneficios de apostar por la diversidad desde las organizaciones son muchos y repercuten sobre las diferentes partes involucradas, tanto las organizaciones que lanzan los programas, como sus proveedores y los empleados de ambos”, detalla Virginia Noguero, directora de Compras de Diageo. Sin duda, los principales beneficiaros son las comunidades a las que se busca ayudar pues, como comenta Virginia, estas se ven fortalecidas gracias al aumento de las compras inclusivas que generan oportunidades para el desarrollo económico, fomentan el espíritu empresarial entre los grupos afectados y crean nuevas oportunidades de empleo.
Existen una serie de áreas clave sobre las que las empresas deben poner el foco de cara a impulsar sus programas de diversidad y equidad en sus cadenas de suministro. En primer lugar, estas necesitan contar con una estrategia ESG robusta, que alinee los objetivos de la empresa con las metas de diversidad y equidad. De igual manera, los equipos de Compras, con la colaboración del área de Riesgos, deberán revisar y adaptar las políticas y procedimientos que afectan a la contratación para incluir estos nuevos conceptos.
En segundo lugar, y como subraya Pedro Gascón, “en este proceso resulta fundamental definir programas para concienciar y preparar a los stakeholders”. En este sentido, se distinguen dos principales líneas de actuación. Por un lado, los planes internos dirigidos a profesionales, que se centran en la formación y educación de la plantilla sobre la importancia de los criterios de diversidad y cómo darles herramientas que permitan reducir los sesgos inconscientes, sobre todo a la hora de la contratación. Y, por otro, se encuentran los programas de diversidad para proveedores, que buscan aumentar las oportunidades de las empresas diversas a través de diferentes estrategias, como puede ser el aumento del gasto, los programas de formación o la involucración en programas de innovación, entre otros.
Finalmente, la medición y la comunicación son esenciales para acelerar la transformación. “El seguimiento del progreso nos ayuda a impulsar el éxito de los programas, pero la comunicación de historias de éxito nos permite fomentar el compromiso y generar confianza tanto interna como externamente en el mercado”, apunta Alejandro Zafra.
No hay duda de que ambos conceptos, inclusión y diversidad, ocupan un lugar cada vez más prioritario en el seno de las compañías y sus cadenas de suministro. Este es el caso de Diageo, dedicada a la fabricación y distribución de bebidas y que en los últimos años ha puesto foco en implementar una estrategia en materia de ESG integral, tanto en todas las áreas de negocio como en toda su cadena de valor. Su directora de Compras, Virginia Noguero, subraya que la organización ha apostado por poner en marcha políticas y prácticas líderes en el mercado, no solo a través del negocio y de las comunidades en las que opera, sino también dentro del ecosistema de sus proveedores y cadena de valor.
En consecuencia, la organización tiene por objetivo que el 10% de su gasto global se realice a través de proveedores de propiedad y gestión diversa en 2025 (porcentaje que prevé aumentar hasta el 15% en 2030). A su vez, ponen el acento en la formación de los profesionales, pues como ejemplifica Virginia Noguero, “formamos a toda la organización de Compras para eliminar los prejuicios en las actividades de contratación, creando eventos a medida que conectan a compradores con nuevos socios, y apoyando a proveedores diversos para que alcancen la acreditación con organizaciones existentes”.
Como reconoce el director de Corporate Services, Alejandro Zafra: “si bien es cierto que la transformación en materia de ESG suele comenzar a aplicarse generalmente en las empresas más grandes, se prevé un efecto contagio por la influencia que estas empresas ejercen sobre sus competidores y proveedores”. En este sentido, se espera que la popularidad de estos programas y acciones aumente progresivamente, en la medida en que la sociedad eleve cada vez más su preocupación por estas cuestiones, lo que podría traer consigo un aumento de la competencia y la innovación.
Además, ampliar el abanico de proveedores bajo la premisa de la diversidad en la cadena de suministro ayudará a forjar la resiliencia del negocio, entre otras ventajas, ya que también fomenta la competencia, mejora la calidad del aprovisionamiento y puede ayudar a reducir costes. “Desde la perspectiva de la gestión de los riesgos de compra, una base de proveedores que incluya múltiples empresas pequeñas reduce el riesgo de dependencia, sobre todo en el caso de que sucedan interferencias en la red de suministro, como las que hemos vivido en estos últimos años”, alerta Pedro Gascón.
Asimismo, estos programas pueden mejorar la imagen de marca de una compañía, aumentando así la lealtad de los consumidores. Sobre esta línea, Virginia Noguero destaca que la imagen de marca es también un argumento de venta a la hora de la contratación, pues hoy en día las nuevas generaciones valoran cada vez más el compromiso de sus empleadores con la comunidad. “Además, la diversidad de proveedores puede ofrecer una mayor agilidad en el suministro, así como el acceso a nuevas ideas, experiencias y costes más competitivos que a su vez pueden dar lugar a innovaciones aceleradas de productos y procesos”, apunta la directora de Compras de Diageo.
Por tanto, aunque implementar programas de diversidad en la red de suministro puede suponer un esfuerzo adicional a la hora de introducir nuevos procesos de gestión, concede a su vez una mayor flexibilidad, eficiencia y rapidez en los procesos. Asimismo, ayudar a crecer a estos proveedores puede aportar una mayor innovación y valor añadido al negocio de cara a diferenciarse de otros competidores. “Sin duda, crear una cadena de suministro compuesta por grandes y pequeñas empresas, ofrecerá lo mejor de ambos mundos”, concluye Alejandro Zafra.
Deja un comentario