Cinco cosas que no sabías sobre el sector de la construcción

La construcción es un sector que históricamente, por su peso y relevancia en el PIB, puede entenderse como una brújula sobre el estado de la economía del país. En la actualidad, además de adaptarse al ciclo económico, el sector ha de adaptarse a la irrupción de tendencias que marcan su crecimiento y competitividad.

Es el caso de la aparición de tecnologías innovadoras, como la automatización robótica de los procesos (RPA, por sus siglas inglesas), la realidad virtual (RV), los sensores inteligentes, los drones o la omnipresente inteligencia artificial y el sector debe adaptarse e integrarlas, para no quedarse atrás. Ovidio Turrado, socio responsable del sector de Infraestructuras de KPMG en España, explica en este sentido que cada vez son más las compañías conscientes de sus ventajas, y apuestan por integrar la tecnología en el diseño y desarrollo de sus proyectos con el fin de identificar áreas de mejora y anticiparse a posibles riesgos. De este modo, además, pueden reducir costes y plazos a la vez que crean entornos más seguros para sus trabajadores.

Pero la tecnología no es la única tendencia que está suponiendo un cambio en el sector. Al igual que en el resto de la economía, el talento ocupa un papel esencial. Por un lado, las organizaciones han de trabajar en la diversidad, igualdad e inclusión (DEI), y adoptar medidas que en muchos casos son innegociables para los profesionales, como trabajar en remoto, o el cuidado de la salud física y mental, sobre todo en un tiempo en el que la atracción del talento está entre las grandes prioridades y preocupaciones de las compañías.

Mientras, algunos gobiernos, como Estados Unidos, están apoyando al sector con ambiciosos planes de renovación de infraestructuras, sin perder de vista que para crecer hay que seguir estrategias ESG (medioambiental, sostenibilidad y gobernanza) que conduzcan a un mayor uso de energías renovables y que avancen hacia una economía circular. Todas estas tendencias se recogen y analizan en el informe ‘2023 Global Construction Survey: familiar challenges’, realizado por KPMG, gracias a la aportación de más de 250 directivos del sector construcción e ingeniería (E&C, en inglés) a nivel mundial, del que se desprenden las cinco áreas que determinan la estrategia del sector:

1. Confianza en el futuro pese a un entorno incierto

Pese a que el entorno macroeconómico está marcado por la incertidumbre y cuestiones como la inflación continúan generando preocupación, el 66% de los participantes del citado informe se muestra optimista sobre el futuro del sector a nivel mundial. De hecho, el 38% de los responsables de proyectos utiliza la expresión “muy optimista”, mientras que en la edición de 2021 apenas el 18% recurría a esas dos palabras.

En el lado opuesto, casi la mitad (45%) de los encuestados reconoce que los proyectos de su organización no estarán completados en plazo por los acontecimientos y mayores tensiones vividas en los últimos años. Cuestiones como las tensiones en la cadena de suministro, la tecnología empleada, los costes materiales y energéticos junto a los sistemas sanitarios son algunos de los desafíos que están afrontando. El resultado de este complejo entorno ha provocado una caída en la productividad del 7% entre 1997 y 2021, según el informe.

¿Sabes cómo podemos ayudarte a superar los retos que enfrenta el sector?

Por lo tanto, resulta lógico que la gran obsesión de la industria E&C es ser lo más precisos posible en los tiempos de entrega de los materiales y el equipo, ya que los retrasos aumentan los gastos. Y, desde un punto de vista de gestión, deben aprender a manejar fenómenos disruptivos, una fórmula para la que el sector apuesta por prestar una mayor atención a la innovación (del 60% en el informe de 2021 al 74%) y la demografía de la fuerza laboral (del 42% a un 49%). Ovidio Turrado hace hincapié en que las empresas del sector han hecho de la transformación digital una de sus prioridades estratégicas, conscientes de que es un proceso inaplazable y fundamental no solo para su crecimiento, sino para su propia supervivencia a medio y largo plazo.

2. El ESG es un compromiso innegociable en la rentabilidad

Otro de los rasgos que destaca el informe es que el 54% de los encuestados es absolutamente consciente de los beneficios de invertir en el marco de los criterios ESG. Prueba de ello es que la mitad de las empresas del sector de ingeniería y construcción encuestadas ya los ha incorporado en sus proyectos y programas porque les aportan una ventaja competitiva. Es interesante ver qué responden las compañías cuando se les pregunta ‘¿cuáles son las principales ganancias de sumar la estrategia ESG?’. Las dos grandes contestaciones son la mejora reputacional (ese intangible cada vez más valioso) y las ventajas competitivas. También hay un 32% revelador. Aquel que reconoce que con esos valores puede acceder a financiación para acometer proyectos. Y, junto al capital, las personas siguen ocupando un papel central y cuyo bienestar es la razón por la que el 45% de los directivos defiende la necesidad de un espacio de trabajo más inclusivo.

En esta línea, la descarbonización, que está directamente relacionada con los asuntos ESG, es el gran reto de este sector, como ocurre en muchos otros. Se ha convertido en una parte central de los proyectos. A través de una estrategia que dibuja un triángulo: eficiencia energética, reducción de los materiales de desechos y un uso más eficaz de los mismos.

 

En palabras de Ovidio Turrado, “las empresas de ingeniería y construcción están avanzando de forma decidida en aspectos como la recuperación de espacios naturales, la economía circular, la optimización de los consumos energéticos o el uso de fuentes renovables, impulsadas también por una regulación cada vez más exigente. Externamente, ya están desempeñando un papel decisivo en la mejora de la movilidad urbana, en la creación de edificios eficientes y perdurables o en el desarrollo de las energías renovables”.

3. Diversidad y competencia por el talento

Por otro lado, como ya ocurre con otros sectores, el de la construcción también está afrontando un cambio de paradigma en el entorno laboral, desarrollando en la medida de lo posible un modelo de trabajo que combine las ventajas del teletrabajo con la presencialidad. A lo que se suma que las organizaciones del sector y los dueños de los proyectos compiten, muchas veces, por el mismo talento para desarrollar el mismo trabajo.

Al ser preguntados por el talento, los directivos del sector encuestados sitúan a la DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) como el tercer factor más importante para el crecimiento en su organización. El 50% (frente al 41% de 2021) reconoce la importancia de la diversidad en sus plantillas, y cómo esta característica mejora la capacitación de la plantilla. Lo que, además, a largo plazo reduce el coste de los proyectos.

En este sentido, surge la pregunta: ¿cómo atraer a los mejores profesionales? Porque casi todas las empresas del mundo están inmersas en encontrar la respuesta, haciendo más atractivo el trabajo, sobre todo para las nuevas generaciones. Y equilibrar la vida laboral y familiar (el 90% lo destaca como lo más importante), ofrecer iniciativas interesantes, contar con tecnología avanzada (el metaverso es una de ellas, que puede usarse para realizar formaciones) y aportar un propósito y un desarrollo de carrera dentro de la compañía son algunas de las máximas perseguidas.

Sobre la importancia de la tecnología para impulsar el talento, “algunas como las basadas en la realidad aumentada o la inteligencia artificial, con su capacidad para crear una especie de ‘laboratorio de pruebas’, no solo constituyen un salto cualitativo desde el punto de vista de negocio, sino también en el ámbito del talento no solo ayudan a la atracción, sino a la fidelización del mismo, ya que permiten crear entornos virtuales para el desarrollo y mejora de las competencias de los profesionales”, señala Ovidio Turrado.

5. La tecnología cómo vía para mejorar la productividad

Pero el alcance de la tecnología va mucho más allá, sobre todo en cuanto a que la innovación se ha posicionado como una de las claves estratégicas del sector. Sus líderes tienen que afrontar una producción baja, adoptar métodos de construcción más seguros y sostenibles, mejorar la calidad y la huella energética de sus proyectos. Es por ello que el 80% de las compañías del sector de ingeniería y construcción adoptan plataformas móviles, el 43% usa la automatización robótica de los procesos (RPA) y el 36% se apoya en la inteligencia artificial. Aunque aún es algo incipiente: solo forma parte del 4% de todos los proyectos.

Las constructoras están explorando las posibilidades de las nuevas tecnologías, aunque la adopción en todas sus iniciativas resulta reducida. Si hacemos un repaso una por una: realidad virtual (13%), machine learning (4%), análisis de datos (17%), impresoras 3D (5%) o gemelos digitales (9%). La estrategia es ofrecer tecnologías de vanguardia, al igual que una Big Tech, que las vuelva igual de atractivas. Porque resulta esencial para enfrentar las interrupciones de la cadena de suministro y ajustar los precios a las entregas (hasta ahora solo el 50% consigue finalizar en los tiempos comprometidos). Y, en ese sentido, es imperativo desarrollar una comunicación precisa de los mismos (ha pasado su importancia al 36% desde el 24% de 2001) y crear un departamento que siga ese día a día.

Otra cuestión capital es qué tecnología —según los expertos consultados— son las que aportan una mejor relación entre la inversión y el retorno (ROI). Los datos dejan cuatro opciones: metodologías de trabajo colaborativas como el Building Information Modeling (BIM) (49%), sistemas integrados de proyectos informáticos (PMIS), 48%; uso avanzado de análisis de datos (36%) y manufactura off-site (31%). Este es el mapa que trazan los líderes.

5. La fabricación modular construye el futuro

Por último, la construcción modular está ganando popularidad, ya que para muchos arquitectos e ingenieros es uno de los grandes destinos de este sector en nuestra era. Se crean a medida, con lo que se evita desperdicio, están ensambladas bajo techo, por lo tanto, los trabajadores desempeñan su labor sin las inclemencias de un tiempo cada vez más duro e imprevisible, el diseño responde a las necesidades del cliente, no transcurren años antes de su entrega, emiten poco carbono y tienen un coste muy competitivo.

En definitiva, son el resultado de la aplicación de la tecnología a una construcción cada vez más innovadora y tecnológica que sigue recorriendo este camino. Pues, acorde con el citado informe, solo el 28% espera adoptar esta técnica en los próximos cinco años en sus proyectos. Aunque lo importante es que la dirección es la correcta y que el tiempo siempre lleva a la modernidad.