Coincidiendo con el Foro Económico Mundial en Davos, se publica la edición 2014 de Sustainability Yearbook, una referencia anual en el análisis de las prácticas en sostenibilidad corporativa de casi un millar de compañías de 59 sectores industriales.
Uno de los grandes atractivos del Sustainability Yearbook es la selección de las empresas que presentan una mejor calificación en cada sector de acuerdo a los criterios de RobecoSAM, que debemos recordar es la base de la construcción del índice Dow Jones Sustainability.
Entre las seleccionadas se encuentran nada menos que 20 compañías españolas. Destaca el liderato de Gas Natural Fenosa en la categoría de distribución de gas, la plata para Iberdrola, Enagas, Agbar y Repsol, y el reconocimiento con la categoría de bronce para Banco Santander, Ferrovial, Endesa, Amadeus, Telefónica y Abertis.
Cada año la competencia es mayor, no solo de los líderes mundiales en cada uno de los sectores, sino también de nuevas e interesantes compañías provenientes de mercados emergentes. Tan solo en el análisis de este año, el número de solicitudes de participación de compañías de estos nuevos mercados se ha incrementado en un 31%.
En la confusión de fondos denominados ESG, el criterio de rentabilidad elimina un mito que pesa sobre este tipo de productos financieros. La búsqueda del alfa de la sostenibilidad tiene cada vez a más seguidores simplemente porque en el mercado es cada vez más observable cómo ser sostenible es simplemente un buen proxy para encontrar empresas bien gestionadas.
Pero para muestra un botón. Los fondos construidos en base al análisis – en este caso de RobecoSAM – han cosechado importantes rentabilidades. Por ejemplo, el fondo Julius Baer Multipartner – RobecoSAM Sustainable Healthy Living Fund B USD obtuvo el año pasado una rentabilidad del 26,2% o el RobecoSAM Sustainable European Equities D EUR el 19,54% – según Morningstar enero 2014.
En la edición de este año, se pone el foco en los fondos de pensiones. Un vehículo de inversión con diseño a largo plazo que es en la actualidad – y quizá por naturaleza- uno de los principales clientes de la inversión sostenible.
Pero es una idea que en nuestro país no tiene excesivos seguidores. En España, existen aproximadamente 1.500 planes de pensiones de empresa – aquellos promovidos por las compañías por y para sus trabajadores- con un saldo vivo de más de 14.000 millones de euros. La modernización de esta figura en 2002 desarrolló su gobierno a través de comisiones de control compuestas por representantes de los trabajadores y de la empresa. Un grupo de personas que decide la política de inversión y es responsable de dar cuentas de ello, pero la verdad es que la mayor parte de ellas tienen un papel testimonial en manos de los gestores de fondos. En esta situación me pregunto si las empresas que se posicionan como sostenibles o los sindicatos, todos ellos presentes en estos comités de inversión, deberíamos dar un paso al frente.
Para aquellos que necesiten resolver primeras dudas sobre cómo enfocar este camino, les recomiendo este vídeo The Truth Behind Sustainability Investing. Una visión inteligente sobre los mitos que aquejan a la inversión sostenible.
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