La última sensación en el mundo de los videojuegos es el salto al sector móvil de Nintendo a través de un juego de realidad aumentada que permite a los usuarios jugar usando el entorno real del jugador.
Tras comenzar su andadura en el sector de los juegos móviles a principios de 2016, Nintendo acapara titulares con el éxito de su última aplicación: Pokemon Go. Desde su lanzamiento, este juego desarrollado por Niantic Labs y Nintendo ha sido instalado en más dispositivos móviles que la popular app de citas Tinder, y ha incrementado en más de un 55% el valor de las acciones de la empresa japonesa.
Pokemon nació en 1995 en Japón como videojuego, inspirado en el coleccionismo de insectos, pasatiempo favorito de sus creadores, y se popularizó en el resto del mundo como serie de animación y videojuego en los años posteriores. El juego móvil hace uso de la localización GPS y el reloj interno del dispositivo móvil para mostrar las criaturas virtuales (pokemon) que los jugadores deben tratar de capturar y coleccionar, y a través de la cámara de su teléfono o Tablet los jugadores pueden ver a los pokemon integrados en el entorno.
¿Qué ha provocado tanto interés entre los usuarios? Además del uso eficaz de la tecnología de realidad aumentada (AR por sus siglas en inglés), uno de los principales factores que contribuyen al éxito de Pokemon Go es su inteligente uso de la geolocalización, adaptando el tipo de criaturas con las que te cruzas según la zona en la que te encuentras. Por ejemplo: cerca de cuerpos de agua se encuentran más fácilmente criaturas acuáticas y los pokemon varían en función de si es de noche o de día en cada zona horaria.
La geolocalización es la tecnología que permite triangular la posición de un terminal móvil a través de su dispositivo GPS y que ofrece información en tiempo real del entorno geográfico del usuario. “La geolocalización permite personalizar los mensajes en base al contexto en el que se encuentra el usuario.” Explica Luis Ferrandiz, socio responsable de KPMG Digital Services. “Muchas compañías están utilizando la geolocalización para recoger información, sin embargo, esa recogida de datos suele ir enfocada siempre hacia estrategias del cliente, buscando una mejora de la experiencia de éste con las marcas y productos que ofrecen.”
En este sentido, abre un universo de ventajas en la relación con el cliente. Una de ellas es la de permitir posicionar tu negocio en el mapa. Con servicios como Google My Business, Yelp o Foursquare, las empresas con puntos de venta pueden dar visibilidad a sus locales ofreciendo información actualizada. Además muchas de estas apps ofrecen la posibilidad de registrar tus visitas en el negocio, valorarlo, y compartir la información con sus contactos.
Otros usos de la geolocalización los vemos en aplicaciones como MyTaxi, Uber o Car2Go, que ofrecen servicios de transporte –taxis, coches compartidos…- basados en la localización del usuario. Wazypark, por ejemplo, localiza en tiempo real plazas de aparcamiento libres en la calle a partir de información proporcionada por los propios conductores (crowdparking o parking social). “Todo esto se traduce en una mejora de la experiencia de usuario para los clientes. El uso de los datos de localización para personalizar la experiencia y ofrecer contenidos específicos supone una enorme ventaja competitiva para las empresas” asegura Ferrandiz.
El usuario demanda cada vez más una experiencia individualizada, “a medida”. La geolocalización es una herramienta que provee de información a los negocios y empresas sobre los gustos del cliente y les permite anticiparse a sus necesidades. Publicidad específica, ofertas a medida, recompensas por fidelización, servicios contextualizados al cliente… Las posibilidades de esta tecnología son enormes.
La clave para ofrecer un servicio más individual es la de comprender al cliente y adaptarse a él. La posibilidad de llegar al usuario de una manera más directa, completamente adaptada a sus necesidades del momento, es una oportunidad única para que las empresas lleguen a un cliente cambiante.
Para atraer al consumidor y convencerle de que comparta información sobre su ubicación, el singular ejemplo de este juego demuestra que lo imprescindible es ofrecerle una contraprestación de calidad al cliente en forma de contenido u ofertas. Tal y como explica Luis Ferrandiz “El secreto del potencial éxito de geolocalización es que los usuarios aprecien el valor que ofrece tanto la aplicación como los servicios que se le ofrecen. A mayor valor añadido, lógicamente, hay mayores posibilidades de que un usuario no tenga problemas en que se le geoposicione y se interactúe con él”.
Pokemon Go quizás acabe siendo solo una moda pasajera, pero las lecciones sobre el potencial de las tecnologías de geolocalización para atraer y fidelizar a consumidores a través de una experiencia única de usuarios deben servir para empresas y negocios atentos.
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