“Los orígenes del Grupo se remontan al año 1950. Mi padre, Avelino Antolín López, abrió un pequeño taller de reparación de vehículos y maquinaria agrícola en el que le ayudábamos mi hermano Avelino y yo…”. Así comienza la historia de José Antolín que abre el primer capítulo de Los que dejan huella, un libro recién publicado por KPMG que reconoce la trayectoria y el legado de 20 empresarios familiares de éxito. Aquel pequeño taller es hoy uno de los líderes mundiales en la fabricación de componentes para automóviles, emplea 27.000 personas y factura cerca de 4.000 millones de euros. ¿Cómo se construye una empresa de éxito desde cero? ¿Qué cualidades requiere un empresario para liderar la construcción de un proyecto como este?
Los que dejan huella responde a estas preguntas a través del testimonio de 20 empresarios y empresarias españoles que son ejemplo de coraje, resiliencia y liderazgo: José Antolín (Grupo Antolín), Gabriel Barceló (Grupo Barceló), Tomás Fuertes (Grupo Fuertes), José García-Carrión (García Carrión), Antonio Gassó (GAES), Clemente Gómez de Zamora (OGOZA), Clemente González (Alibérico), Juan Ramón Guillén (Aceites del Sur), Oriol Guixá (La Farga), Inés Juste (Grupo Juste), María José López de Heredia (Viña Tondonia), José María Losantos (Neinver), Carlos Manuel Rodríguez Peláez, presidente de Cafento, Federico Michavila (Torrecid), Joan Molins (Cementos Molins), José Miguel Moreno (Mallorca), Enrique de Sendagorta (Sener), Alfonso Soláns (Pikolín), Roberto Tojeiro (Gadisa) y Rosa Tous (Tous).
Estas son algunas de las lecciones que compartieron durante la presentación del libro que se celebró el pasado martes en la sede de KPMG en Madrid.
Clemente González Soler, presidente de Grupo Alibérico, destacó la visión a largo plazo y la capacidad para generar cambios y liderar personas, ilusionarlas y despertar su pasión. Añadió la audacia, la capacidad para asumir riesgos y mucho trabajo además del aprendizaje constante: “a mi gente le digo que si en la última semana no han aprendido algo es que se están quedando descolgados”.
Por su parte, Federico Michavila, presidente de Grupo Torrecid, habló de la vocación de ir más allá de lo evidente y encontrar inspiración para llevar los propios negocios siempre un paso adelante, buscando incluir pasión en todo lo que se hace.
Clemente Gómez de Zamora, presidente de Ogoza resaltó el valor de enseñar a las nuevas generaciones en la familia para lograr la longevidad: “Mi padre, a contracorriente, en lugar de mandarnos a la universidad nos puso a su lado, y ese fue el embrión del grupo de empresas que tenemos hoy” dijo.
María José López de Heredia, cuarta generación de Bodegas López de Heredia Viña Tondonia, hizo hincapié en adaptar el producto a las cambiantes necesidades de consumo e intentar ser feliz “tomando decisiones con ilusión y no con preocupación”.
Tomás Fuertes, presidente del grupo Fuertes, aconsejó a los nuevos emprendedores que sean, en igual medida, “conservadores y progresistas” para aprender de las lecciones heredadas de los empresarios que han tenido éxito en el pasado y, a la vez, abrir ventanas a las últimas tecnologías y tendencias. Además, les animó a vencer la pereza “física, psíquica y emocional” y a pensar en aportar valores que mejoren el mundo.
José María Losantos, presidente de Grupo Neinver, apostó por la humildad, “la capacidad de profundizar en el trabajo y construir un equipo, a ser posible, con personas más inteligentes que uno mismo para hacer planes estratégicos a medio y largo plazo”. A todo esto agregó algo, en su opinión, esencial: “trabajar, trabajar y trabajar”.
José García Carrión presidente de J. García Carrión subrayó que “ser un inconformista” ha sido clave para ir siempre por delante de la competencia a través de la innovación. “Siempre vamos a contracorriente –dijo-, si nos pasa algo bueno no dormimos porque pensamos que no va a durar. Cada vez que inauguramos una bodega pensamos que ya es antigua”.
También Juan Ramón Guillén, presidente de Aceites del Sur enfatizó la importancia de huir del desaliento, trabajar por la excelencia y con respeto a los demás, buscando “ser líder sin dañar a nadie, sino por la calidad de tus productos”
A estas reflexiones, José Miguel Moreno, consejero delegado de Pastelerías Mallorca, añadió ente las claves de la diferenciación: “hacer cambios antes de que nos lo pidan y siempre intentar hacer las cosas un poquito más complicadas que los demás”.
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