La importancia de las competencias emocionales en Compliance

Cada vez más se observa la necesidad de no limitarse a promover las habilidades técnicas de las personas en las organizaciones, sino también de determinadas soft skills, como las habilidades sociales, emocionales y rasgos de personalidad, que complementan las anteriores y que ayudan a progresar.

Así, psicólogos como Nicholas Humphrey han afirmado que la inteligencia emocional nos define más como seres humanos que la inteligencia cuantitativa. Desde entonces, importantes escuelas de negocios vierten esfuerzos en formar a sus futuros directivos también en este tipo de habilidades, entre ellas, la inteligencia emocional.

Este concepto fue acuñado por el psicólogo estadounidense David Goleman en 1995. Describe la capacidad de las personas para valorar no sólo sus propias emociones, sino también las de otras personas, y gestionar cómo darles mejor respuesta, manejando adecuadamente las relaciones interpersonales.

¿Cómo adaptarte a las novedades en Compliance?

La función de Compliance no es ajena a la demanda de estas habilidades. Por ello, algunos estándares internacionales, como la Norma ISO 37002:2021 pone de relieve la importancia de algunas competencias, como la inteligencia emocional cuando se trata de gestionar cuestiones vinculadas con los canales internos de denuncia.

Por ello, el último vídeo de esta Serie dedicada a tratar aspectos clave del comportamiento humano en gestión eficaz de Compliance, trato las percepciones de algunas personas sobre esta función y las competencias emocionales que ayudan a gestionarlas de manera satisfactoria, construyendo una cultura de Compliance positiva dentro de la organización.