Así se transforma la contabilidad en la era de la inteligencia artificial

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito contable ha generado una pregunta recurrente entre los profesionales del sector: ¿Debemos preocuparnos los contables ante esta nueva tecnología? Esta inquietud se planteó recientemente en un foro estadounidense de contables y ha suscitado respuestas diversas y enriquecedoras. Un usuario experimentado de Illinois recordó que hace 40 años ya se temía que las computadoras acabarían con la profesión. Otro participante añadió acertadamente que el verdadero competidor no será la IA, sino el contable que sepa manejarla. Este comentario subraya lo que ya es una evidencia en muchas profesiones: desarrollar capacidades tecnológicas adicionales a las materias analógicas ya no es una elección, sino una necesidad. La tecnología ya no ayuda o facilita la profesión: es materia de la misma.

Y es que la historia nos enseña que los grandes cambios no eliminan empleos, sino que los transforman. Un ejemplo ilustrativo es el de Nueva York en 1905, donde 120.000 caballos tiraban de 8.000 carruajes, generando empleo en otros tantos talleres de herreros y fabricantes de carruajes. Diez años después, esta industria había sido reemplazada por la del automóvil, que creó diez veces más empleo. Este ejemplo destaca la importancia de adaptarse a los cambios profesionales.

Así, los expertos coinciden en que la adaptación a la IA será el gran reto de los próximos años. Pues, en el mencionado foro un auditor expresó también su preocupación sobre la fiabilidad de las auditorías cuando las transacciones contables son ejecutadas por IA. Un punto interesante, ya que los informes SOC serán esenciales para garantizar la trazabilidad de los procesos automatizados. Por todo ello, la IA podrá intervenir en varios hitos del ciclo contable, como el registro transaccional, el reporting predictivo y la revisión del cierre, lo que liberará tiempo para que los contables se dediquen a actividades de mayor valor. Pero ¿cuáles son estas actividades?

Tres áreas clave donde la IA podría aportar valor

1. Contabilidad analítica: la IA puede mejorar la modelización analítica creando modelos dinámicos que respondan a la realidad cambiante de los negocios y mejoren la transparencia y objetividad.

Los criterios de reparto suelen ser el talón de Aquiles de los modelos analíticos y motivo de conflicto entre quien decide los criterios y el área que recibe el gasto. Porque a menudo, las energías y discusiones se suelen emplear más en si los costes están bien repartidos o si a cierta área le corresponde esa porción del gasto imputada y no tanto a su verdadero objetivo: analizar los mismos y buscar vías de eficiencia y ahorro. Habitualmente, los gastos no directamente imputables suelen utilizar criterios que penalizan a las áreas de mayor rendimiento, porque es fácil diluir un coste entre los que mas crecen, o más volumen tienen. Puede que sea un sistema justo desde una perspectiva colectiva de empresa, pero no es el fin que persigue la contabilidad analítica, que no es otro que evaluar el rendimiento económico por unidades de negocio o departamentos.

A modo de ejemplo: ¿es razonable imputar al área comercial, normalmente con alta movilidad, el mismo coste de facilities por persona que otro departamento sin tanta movilidad, cuando el primero asume el total del coste de los vehículos comerciales? Es un ejemplo de los muchos que suelen aflorar y en este ejemplo la IA puede utilizar los datos de presencialidad para una mayor precisión en la imputación.

Asimismo, los algoritmos de correlación también juegan un papel esencial para determinar, ya en la fase de análisis, el comportamiento de ciertos costes en relación con otras variables de negocio, algo que la IA puede analizar y predecir.

Te ayudamos a garantizar el éxito de tus iniciativas de IA

2. Función del controller: relacionado con lo anterior, el controller debe migrar su rol hacia una mayor proximidad con el negocio, aportando valor desde el análisis de datos, pero asumiendo que la labor tradicional de verificación, validación y reporting se puede apalancar fácilmente en la tecnología y en la IA para generar modelos más avanzados basados en predicción.

En este contexto, ¿cómo puede un controller aportar valor a la organización y al negocio? Cada organización debe descubrir y definir ese valor según sus necesidades y madurez, pues el contexto y el momento son importantes. No es lo mismo las necesidades de una start up en plena ebullición que una empresa más madura operando en un mercado más competitivo o comoditizado. La start up necesitará más apoyo en definir procesos robustos y sólidos, la compañía mas madura necesitará mayor apoyo en encontrar sinergias internas, evitar duplicidades y proponer alternativas.

3. Integración de contabilidad y tesorería: la IA puede ayudar a integrar y relacionar mejor los datos bancarios con la contabilidad, la presupuestación y las necesidades de tesorería, algo hasta ahora reservado a las grandes empresas. Este aspecto es relevante en un ecosistema como el español, donde aproximadamente el 99% del tejido empresarial está formado por pymes, con una gestión más enfocada en los cobros y pagos. La IA puede ser de gran ayuda para crear un entorno de control y posición de tesorería integrado con los ERPs en tiempo real que ayuden a tomar decisiones de caja y evitar roturas.

En definitiva, los contables no deben preocuparse por la irrupción de la IA, pero sí deben ocuparse de adaptarse a esta nueva realidad. La automatización del registro de datos no solo simplifica tareas repetitivas y consume menos tiempo, sino que también permite a los profesionales contables centrarse en aspectos más estratégicos y analíticos de su trabajo. Porque esta transformación tecnológica brinda una oportunidad única para que los contables amplíen sus competencias, desarrollen nuevas habilidades y se conviertan en asesores clave dentro de sus organizaciones. Al liberar tiempo de las tareas rutinarias, los contables pueden dedicar más esfuerzo a la interpretación de datos, la planificación financiera y la toma de decisiones informadas, lo que en última instancia contribuye a un mayor valor añadido para las empresas. Adaptarse a la IA no es solo una necesidad, sino una ventaja competitiva que puede posicionar a los contables como líderes en la innovación y la eficiencia empresarial.