Aunque la prevención del soborno y la corrupción ha sido una de las irregularidades sobre las que el Compliance ha proyectado mayores esfuerzos, cada vez es más habitual que los modelos de Compliance se extiendan a otros ámbitos de preocupación internacional, como la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas. Su promoción y respeto no es una cuestión exclusiva de los Estados, esperándose de las organizaciones que adopten un rol activo en la prevención, detección y gestión temprana de irregularidades en este ámbito.
Uno de los primeros avances significativos en tal sentido fue la publicación en el año 2011 de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, impulsados por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, a pesar de no ser una norma vinculante, se convirtió rápidamente en un marco de referencia a nivel internacional.
Más recientemente, algunas iniciativas europeas, como la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (también conocida como CSRD), contemplan la necesidad de reportar información en esta materia. O la Directiva de Diligencia Debida de las empresas en materia de sostenibilidad corporativa (también conocida como CSDDD), que pone el foco en la vigilancia en el respeto a los derechos humanos a través de toda la cadena de valor.
Una herramienta que puede resultar de utilidad son los índices e informes internacionales abordan esta cuestión, como el Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, que trata el estado de los derechos individuales, civiles, políticos y laborales en diferentes países.
Es también un referente, el Informe Mundial elaborado anualmente por la organización internacional Human Rights Watch, que analiza la evolución y tendencias sobre el respeto a los derechos humanos y los acontecimientos más destacados ocurridos anualmente en más de cien países. Otros más generales, como el Índice Global del Crimen Organizado, también dedican un amplio apartado a la trata y el tráfico de personas.
Finalmente, existen otras iniciativas ampliamente conocidas como el Dow Jones Sustainability Index, que evalúa la sostenibilidad en miles de compañías cotizadas en las principales bolsas mundiales. Entre otras cuestiones, valora aspectos como la gobernanza corporativa, la gestión de riesgos, los estándares en las cadenas de suministro y las prácticas laborales.
Para evitar riesgos en estos ámbitos, los procedimientos de diligencia debida externa y las bases de datos de integridad se han convertido en una herramienta imprescindible de cualquier modelo de Compliance, tal y como señalan los textos modernos.
En el tercer video de esta serie sobre Compliance y criminalidad internacional, abordo algunos de estos índices e informes y analizo su utilidad a efectos de gestionar los procedimientos de diligencia debida externa en los modelos de Compliance.
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