Tras un 2016 con un contexto político mundial marcado por la incertidumbre, China se presentó al mundo en el Foro Económico de Davos como un actor estabilizador ante el nuevo y complejo escenario mundial. El propio presidente chino, Xi Jinping, anunció, en este encuentro con las élites empresariales y políticas mundiales, una inversión en los próximos ocho años de 750.000 millones de dólares en el exterior.
Esta nueva hoja de credenciales que ha presentado China al mundo implica una serie de desafíos y oportunidades de inversión en ambos sentidos –de China y hacia China- que las empresas españolas no pueden obviar. Así se puso de manifiesto en la jornada Tendencias de las inversiones chinas en España que organizó KPMG en colaboración con ESADE y a la que asistió el embajador de la República Popular China en España, Lyu Fan, la secretaria de Estado de Comercio, Maria Luisa Poncela, y un nutrido grupo de empresas españolas y chinas que trataron en una mesa redonda la creciente relación comercial entre ambos países. Dicha mesa redonda estuvo moderada por David Höhn, socio responsable de la Práctica China en España, cuya labor pasa por el asesoramiento a los inversores chinos interesados en hacer negocios en España y a las compañías españolas que quieren expandirse en el gigante asiático.
“En los últimos años China ha dado grandes pasos hacia un mayor dinamismo de su economía, desde un modelo de producción y exportación a bajo coste a otro mucho más enfocado en el consumo interno, la innovación y la tecnología”, destacó el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, al inicio de la jornada. Una impresión que compartió el embajador chino, quien subrayó una vez más el papel del Gobierno por una mayor integración del país en la economía mundial. “China es ya la segunda economía del mundo, con inversiones realizadas en 2016 en 164 países que alcanzaron un total de 170.000 millones de dólares, cifra que representa un incremento de aproximadamente un 44% respecto al año anterior”, expresó Fan.
Estas intenciones aparecen reflejadas en el último Plan Quinquenal presentando por el Gobierno chino (2016-2020) del que se han identificado siete grandes prioridades estratégicas en el informe de KPMG Global Opportunities for Chinese and foreign businesses.
Entre ellas, destaca la transformación y modernización de los sectores tradicionales hacia un sistema industrial moderno y eficiente enfocado en la innovación. “Hoy más que nunca los inversores chinos están buscando tecnología, conocimiento y especialización”, aseguró Ivana Casaburi, profesora de ESADE, aludiendo a una de las principales conclusiones recogidas en la tercera edición del informe Tendencias de la inversión china en Europa.
De las conclusiones de este último informe, Casaburi además destacó que la inversión china en el exterior ha crecido de manera continuada desde 2010, apareciendo los países del sur de Europa como destinos de inversión mucho más atractivos que antes. “Atendiendo a los datos acumulados desde 2010 hasta 2015 el primer grupo de países destino estaría conformado por el Reino Unido, Estados Unidos y Francia con un 44% de la inversión. No obstante, el segundo grupo de países compuesto por Italia, Portugal, España y Grecia alcanzaría un acumulado del 28% en el mismo periodo”, apuntó la profesora de ESADE.
Otro foco de oportunidades surge de una mayor coordinación regional y optimización geoespacial. La implantación de un sistema de desarrollo regional que impulse la integración urbano-rural plantea nuevas opciones de inversión en sectores como el de las infraestructuras de transporte interurbano, de ciudades eficientes y equipamiento de zonas rurales (saneamiento, iluminación, acceso a Internet). “Debemos identificar qué otros sectores pueden ser más enriquecedores ya que el mercado chino solo representa el 2% de nuestras exportaciones”, indicó la secretaria de Estado de Comercio.
El desarrollo ecológico es otro de los aspectos que preocupan al Gobierno chino en su nuevo modelo económico. En su Plan Quinquenal se ha remarcado la importancia de que el crecimiento esperado para los próximos años sea compatible con una mejora de la calidad medioambiental. “En el fomento de la inversión hay que tener en cuenta la prevención de riesgos y el cumplimiento de la responsabilidad social, es importante la creación de una comunidad de intereses compartidos que promueva un desarrollo sano y sostenible”, destacó el embajador chino.
“El decimotercer Plan Quinquenal establece, asimismo, las directrices para que esta mayor apertura económica repercuta en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos chinos, situación que presenta enormes oportunidades de inversión en sectores en los que las compañías españolas poseen gran experiencia como es el caso el de la sanidad, los servicios o las infraestructuras”, destacó Hilario Albarracín en el evento. Según lo recogido en el informe, la mejora de la oferta de servicios públicos de calidad para toda la población aumentaría las opciones de negocio en la industria sanitaria, la educación, el sector del cuidado infantil y de la tercera edad o en el de la seguridad alimentaria.
La mayor apertura e integración global señalada por los asistentes al encuentro es otra de las grandes prioridades estratégicas del nuevo modelo económico chino. Precisamente el embajador destacó la buena acogida de la iniciativa One Belt, One Road, una Ruta de la Seda del siglo XXI, con la que se pretende establecer la cooperación comercial y financiera como base de las relaciones estratégicas. “Se han invertido ya 50.000 millones de euros en más de 20 países lo que ha estimulado la creación de 180.000 puestos de trabajo”, indicó el embajador.
La séptima línea clave destacada en el informe sería el incremento de las reformas institucionales relacionadas con monopolios y sectores estratégicos que podrían experimentar una mayor orientación hacia la economía de mercado. En este sentido, el diplomático chino destacó el papel de las empresas como protagonistas de esta mayor apertura, donde las normas de mercado deben ser respetadas, jugando el Gobierno un papel orientador y formador. Según Lyu Fan, “ante la alta demanda por un entorno de inversión libre, los Gobiernos de ambas partes han de apaciguar las inquietudes de los empresarios”. En este sentido, el documento destaca oportunidades de inversión en sectores como el del gas natural, el petróleo, la generación y distribución eléctrica, las telecomunicaciones, el transporte ferroviario o los servicios financieros.
Margen de mejora para las compañías españolas
La secretaria de Estado de Comercio, Maria Luisa Poncela, subrayó que “España está aún lejos de conseguir el beneficio que un mercado como el chino le podría reportar”. Aunque la apuesta por la internacionalización, con la demanda del sector exterior como motor principal del crecimiento económico de nuestro país en los últimos años es evidente, aún existe mucha capacidad de mejora.
España es el noveno país receptor de inversiones chinas según los datos de la OCDE citados por la secretaria Estado de Comercio. “Aunque en España la cifra de inversión recibida ha crecido muchísimo, debería crecer aún más. Para ello, las tradicionales inversiones en sectores como las telecomunicaciones podrían ampliarse a otros como el de la logística y el transporte, la recogida de residuos, el agroalimentario o los clubes de fútbol”, indicó Poncela.
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