Pese a la demanda de algunas empresas, no habrá retrasos. El nuevo sistema de información en tiempo real de las facturas a la Agencia Tributaria entrará en vigor el 1 de julio tal y como estaba previsto. Así lo ha trasladado Hacienda al sector que, no obstante, también ha comunicado su predisposición a estudiar excepciones individuales de compañías que soliciten un retraso aunque, eso sí, deberán estar bien motivadas como para que consigan su beneplácito.
En otras palabras, que apenas quedan dos meses para que entre en vigor el llamado Sistema Inmediato de Información (SII). A partir del 1 de julio, todas las firmas que ingresen más de seis millones de euros -y las que, de forma voluntaria, están en el régimen de devolución mensual de IVA o en el régimen especial de grupo de entidades- tendrán que suministrar telemáticamente y en tiempo real a Hacienda todas las facturas para la confección de sus Libros del IVA.
Si su empresa es una las 63.000 compañías afectadas y aún no está preparada, debería acelerar los procesos para proceder con la automatización que requiere la puesta en marcha del SII. Porque enviar las facturas en un plazo máximo de 4 días después de la emisión y contabilización de facturas emitidas y recibidas –este año, excepcionalmente se deja un plazo de 8 días para que las empresas se vayan adaptando- supone un reto tecnológico y de procesos nada desdeñable.
“Las empresas deberían revisar muy bien todo a fondo, no sólo porque, en general, en torno al IVA siempre hay muchas dudas, sino también bastantes prácticas extendidas que no son del todo correctas, como emitir la factura antes del devengo o ingresar el IVA en función de la fecha de factura y no del momento del devengo de la operación. O se cambian ahora esas inercias o luego surgirán muchos problemas”, explica Natalia Pastor, socia del área de Tributación Indirecta de KPMG. La propia Agencia Tributaria, que lleva más de dos años invirtiendo en este sistema, reconoce que el nuevo procedimiento exigirá “muchísima disciplina interna” por parte de las empresas.
Este nuevo proceso de comunicación se ha iniciado con las grandes empresas, además de las 35 que están en la prueba piloto. Según informaciones publicadas, ya hay más de 500 empresas que han empezado a enviar sus datos a los servicios de Hacienda y, hasta finales de marzo, había contabilizados más de 750.000 registros. Se trata de grandes empresas –el colectivo con el que se ha iniciado el proceso- que emiten miles de facturas al día, lo que hace que el proceso resulte tan complejo. Además, el incumplimiento de la obligación de suministro de información, que hay que hacer a partir del 1 de julio con carácter retroactivo de todo el ejercicio, no sólo puede implicar sanciones elevadas –de hasta 6.000 euros al trimestre y el 1% de la cifra de negocio-, sino que la compañía, al no poder disponer de Libros, podría ser sancionada con la no deducibilidad del IVA soportado en caso de una comprobación.
La comunicación del IVA en tiempo real aporta a la Agencia Tributaria un caudal de información muy valiosa que puede cruzar entre sí para detectar posibles fraudes. Es el Big Data aplicado a la detección del fraude. El Ministerio de Hacienda estima que con este procedimiento automático del IVA aumentará la recaudación en unos 350 millones de euros este año y otro tanto el próximo.
Esta normativa, aprobada el pasado diciembre, supone una revolución total en la gestión del IVA, no en el fondo, en la norma, que básicamente sigue igual, pero sí en la forma. Hasta ahora, las compañías remitían su liquidación mensual indicando, básicamente, el importe total de IVA repercutido y soportado sin detalle alguno de su desglose. A partir del 1 de julio lo que hay que hacer es una remisión continúa y constante de las facturas a medida que se vayan generando. Con todo tipo de detalle. De esta forma, la Agencia Tributaria tendrá de cada compañía todos los datos relativos a su facturación y un control de sus operaciones infinitamente mayor.
El grado de información que va a tener Hacienda sobre la actividad de las empresas va a ser enorme y la posibilidad de cruzarla con otras bases de datos será clave para detectar no sólo fraudes en el IVA o en otro tipo de impuestos. Ningún otro país de Europa tiene un sistema similar. España es pionera en una revolución de este tipo. Hasta el punto de que autoridades fiscales de otros países como Reino Unido y Francia han mostrado interés por el sistema.
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