Los responsables globales de Infraestructuras de KPMG, Nick Chism, James Stewart (ASPAC) y Stephen Beatty (Canadá) han detectado las siguientes cuatro tendencias que cambiarán el mundo de las infraestructuras en los próximos cinco años.
Tendencia 1: ¿Cuánto puede permitirse pagar la gente?
La capacidad para costear el desarrollo de infraestructuras sigue siendo una cuestión central. Los Gobiernos siguen intentando repercutir el coste sobre el usuario final a la vez que la reducción de costes cobra protagonismo. Los consumidores de las economías que se están recuperando de la crisis todavía arrastran las consecuencias de la misma y siguen luchando para ponerse al día. Mientras, la creciente clase media de economías de rápido crecimiento como India o Nigeria está ayudando a costear las infraestructuras en sus países y creando nuevos modelos de ejecución.
Muchos responsables de administraciones públicas coinciden en que no pueden hacer frente al coste de desarrollar infraestructuras solos y aquí es donde el sector privado tiene potencialmente un importante rol a la hora de identificar soluciones y alternativas. En todo caso, sigue siendo necesario reflejar el beneficio a largo plazo del desarrollo de infraestructuras, especialmente en lo tocante a impacto económico y crecimiento.
Tendencia 2: Ejecución de proyectos
Aunque hay muchos planes y calendarios en todo el mundo, muchos de los proyectos que incluyen están estancados en las fases de desarrollo y aprobación. Algunas organizaciones multilaterales y otras instituciones de financiación del sector público se están posicionando de forma destacada para prestar su apoyo precisamente en las fases de desarrollo de los proyectos.
Tendencia 3: El futuro está en las ciudades ¿inteligentes?
Una tendencia que se consolida. La urbanización y el crecimiento de las ciudades, sobre todo en economías emergentes, está impulsando la agenda de las infraestructuras de gobiernos regionales y nacionales de todo el mundo. El debate está virando desde el concepto de smart city basado en la tecnología hacia el concepto de sólida planificación urbana con viviendas viables y oportunidades laborales. Se trate de crear entornos urbanos eficientes y efectivos que contemplen la sostenibilidad, la calidad o buenos nodos de transporte.
En el caso de las países en desarrollo hay tres aspectos que los gobiernos tienen que valorar para evitar la proliferación de suburbios: promover ciudades más pequeñas (ciudades satélite antes que megaurbes), proteger el equilibro entre vida laboral y familiar, y apoyar a las economías rurales.
Tendencia 4: Crece la guerra por el talento
Conforme las administraciones vayan desbloqueando proyectos, mayor será la demanda de profesionales capaces de gestionarlos, ingenieros y un largo etcétera de trabajadores con habilidades y conocimientos relacionados con el desarrollo de infraestructuras. Y esta necesidad no dejará de acrecentarse en el futuro. Ante esto, China, como caso de éxito, está siendo muy proactiva a la hora de exportar su talento a nivel internacional.
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