Las empresas han abandonado su escepticismo respecto a los reportes en responsabilidad corporativa. Ahora está en la agenda del consejo de dirección, y la cantidad y la calidad de los reportes se han multiplicado en los últimos años. Como explica José Luis Blasco, responsable global de Sostenibilidad de KPMG, “el driver de este cambio están siendo el cambio climático y el impulso inversor sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible , tratando de focalizarse así sobre los aspectos clave de la creación de bienestar a través de un modelo de desarrollo más sostenible”.
De hecho, esta certeza ha dado lugar a importantes cambios en el aspecto normativo en los últimos años. De meras recomendaciones han pasado a estar regulados, dado su impacto constatado en el negocio y resultados de las compañías. Prueba de este impacto es que en 2017 tres cuartas partes de las propuestas votadas en junta de accionistas estaban relacionadas con cuestiones sociales y políticas.
Ante este contexto, los inversores ya no solo buscan información financiera en los reportes. Su exigencia en este ámbito se ha incrementado “como consecuencia de su convicción de que las compañías sostenibles son menos volátiles”, sostiene José Luis Blasco. De este modo, los reportes se han convertido en el medio que permite conocer qué grado de madurez tienen las prácticas de responsabilidad corporativa en las compañías.
¿Y cómo son los informes a los que tienen acceso los inversores? En España, casi el 90% de las 100 principales compañías realizan reportes sobre responsabilidad corporativa, una cifra superior al 75% al nivel global, según pone de manifiesto el informe The road ahead: the KPMG Survey of Corporate Responsibility Reporting 2017, elaborado por KPMG. Los países que más reportes realizan son Reino Unido, Japón e India, con un 99%.
En cuanto a la forma en la que se presenta esta información, en la mayoría de casos se encuentra en los informes anuales: más de tres cuartas partes de las compañías del mundo ofrecen en su informe anual información financiera y no financiera. En España, esta cifra es del 68%, casi diez puntos porcentuales más respecto al año 2015.
Se debe tener en cuenta que en la actualidad conviven dos tipos de reportes sobre responsabilidad corporativa, que responden a la regulación que han adoptado las distintas regiones sobre la materia. Mientras que en Estados Unidos el modelo busca la comparación de compañías a través de indicadores fijos para sectores, en Europa se basa en la materialidad.
“En Europa los reportes se basan en principios, profundizando en aquellos aspectos que la compañía considera más importante. Por ejemplo, en el caso de las compañías del sector retail se abordan cuestiones relacionadas con Derechos Humanos, mientras que las eléctricas se centran en sus emisiones de gases de efecto invernadero”, explica José Luis Blasco.
En este sentido, el responsable global de Responsabilidad de KPMG apuesta por que los contenidos de los reportes se centrarán progresivamente en las cuestiones que están relacionadas los riesgos y oportunidades de las nuevas responsabilidades que la sociedad le asigna a la empresa, “por ejemplo, las empresas de petróleo y gas no solo deben informar de las emisiones de efecto invernadero de sus refinerías, sino sobre su huella de carbono, que incluye los efectos directos e indirectos”, subraya.
Un paso más allá son los informes integrados, que suponen un reporte más avanzado y que cuentan con los inversores como su principal audiencia. Este tipo de informes están despegando en países como Japón, Brasil México y España, donde el 36% de las 100 mayores compañías afirmaron realizar informes integrados, un 9% más respecto a 2015.
“Los reportes integrados permiten a los inversores identificar de forma sencilla cómo una compañía crea y distribuye valor, cuál es la calidad de la gestión, cuáles son los riesgos y oportunidades en un entorno cambiante y complejo”, afirma José Luis Blasco. Sin embargo, puede ocurrir que los inversores planteen dudas sobre la fiabilidad del informe, una cuestión ante la que las empresas han optado por el aseguramiento de la responsabilidad corporativa, una práctica que se ha más que duplicado en los últimos 12 años. En España, el 54% de las compañías que reportan sobre RC revisa de forma independiente todo el informe.
Respecto al estándar de referencia a la hora de abordar los reportes, el modelo GRI sigue siendo la referencia, especialmente en España, donde lo emplean el 77% de las 100 principales compañías. De cara al futuro, José Luis Blasco apuesta por el reporte integrado: “Vendrá más regulación en este sentido, y las compañías deben tener claro que las variables no financieras tienen tanta o más importancia que las financieras”, subraya.
Reportes basados en los ODS
En 2015 tuvo lugar un evento que también ha supuesto un punto de inflexión en los reportes de responsabilidad corporativa. Naciones Unidas establecía los 17 Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS) a alcanzar en 2030, que se recogen en 169 metas y que permite a todos los actores sociales dirigir sus esfuerzos hacia un fin común.
“Estos objetivos no solo afectan a los países en desarrollo, España por ejemplo tiene áreas de mejora en aspectos como educación, emisiones contaminantes y depuración de agua”, afirma José Luis Blasco, que valora de forma positiva la inclusión de los ODS en los reportes de responsabilidad corporativa. “Solo dos años después de su aprobación, el 53% de las empresas alinean sus políticas con estos objetivos”, indica.
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